Seguro que habéis escuchado alguna vez la expresión “los ojos
son el espejo del alma”, hoy os voy a dar una serie de claves para que veáis la
importancia que tiene mirar a los ojos a las personas, sobre todo si son niños.
Allá vamos!!
Cuantas veces descubrimos en las personas mensajes
contradictorios, por ejemplo, mientras nos están contando sus vacaciones, su
sonrisa y gestos pueden ser pletóricos, pero si nos fijamos en su mirada nos puede
hablar de cansancio, de tristeza o incluso vacío.
Muchas personas cuando quieren ocultar lo que verdaderamente
sienten esconden sus ojos bajo gafas de sol, o sencillamente cuando te hablan no
te miran a los ojos, si no que tienden a mirar a otros lados, a mirarse las
manos o mirar a la televisión o lo que sea que tengan delante.
Una de las habilidades que más he desarrollado a lo largo de
mi carrera como psicóloga, es precisamente esta, mirar a los ojos de las personas
que acuden a mí con toda mi atención, para saber realmente qué es lo que sienten
de verdad y así poder ayudarles a descubrir qué está pasando en su interior.
Es muy importante mirar a los ojos, mucho, sobre todo cuando
somos niños.
Los niños necesitan ser escuchados, sí, esto lo tenemos todos
claro, pero necesitan también ser mirados!! La mirada de los padres es
necesaria para el desarrollo de la personalidad y autoestima del niño, sobre
todo si está llena de amor y ternura,
El niño interioriza con esa mirada todo un mundo:
- Reconoce el amor de sus padres por él.
- Se siente amado y querido, porque esas miradas son como caricias.
- Se siente único y especial.
- Su autoestima se construye con ese amor que él ve reflejado en los ojos de sus progenitores.
- El niño se siente VISIBLE, es decir, sabe que existe, sabe que es único y además siente que tiene su lugar propio en el mundo.
Imaginaos ahora la situación contraria, imaginaos ahora un
niño al que sus padres no miran nunca, haga lo que haga, diga lo que diga, el
niño no tiene la mirada de sus padres, ¿qué creéis que sentirá? Puede sentir
desde angustia, tristeza, pasando por miedo, sentimientos de rechazo…etc.
Sentirse ignorado e invisible es una de las peores cosas que
puede sentir un niño. Además los niños “invisibles” se convierten en adultos “invisibles”,
personas que no se atreven a pedir cosas para sí mismos, tienen baja
autoestima, se valoran poco, no se atreven a reclamar su lugar en el mundo…
etc.
Seguimos hablando sobre personas adultas, ¿Os habéis dado
cuenta que cuando nos enfadamos con alguien una de las cosas que hacemos es no
mirarle a los ojos? Puede que en el momento de la discusión sí, pero después,
además de no dirigirle la palabra, tampoco le dirigimos la mirada.
Si una de las personas quiere hablar y aclarar la situación,
buscará el contacto con los ojos del otro, y si no lo consigue, al final pedirá
que por favor le mire, ¿os ha pasado alguna vez?
Parece que cuando nos miramos a los ojos se produce una
conexión que facilita la comunicación, facilita la expresión de los
sentimientos y se puede ver si la comunicación llega a la otra persona o no,
por la expresión que tenga en ellos.
Podríamos encontrar multitud de ejemplos de la importancia de
mirar a los ojos, os invito a hacer un ejercicio, intentad comprar un día en un
supermercado sin mirar a los ojos de ninguna de las personas que os atiendan…
ahí lo dejo.
Otro de los ejercicios que recomiendan en terapia de parejas
es el siguiente: tumbados en la cama en posición lateral, las dos personas se
miran a los ojos, no pueden hablar, el objetivo es que los ojos hablen por ellos,
a partir de ahí todo lo que nazca puede ser expresado: sonrisas, caricias,
besos, lágrimas… etc. Este ejercicio es muy profundo, con él se consigue la
reconexión de la pareja, e incluso dicen que es un ejercicio de limpieza, ya
que si nos salen las lágrimas es que está sucediendo un afloramiento de temas
que llevábamos en nuestro interior y que por medio de las lágrimas y la mirada
sincera del otro, podemos liberar. No es precioso??
Pero si hay un ejercicio difícil para todas las personas
sería este: mírate al espejo durante 2 minutos, no bajes la mirada, no mires
hacia otro lado, no mires tu nariz, ni ninguna otra zona de tu cara, mira
directamente a los ojos
¿Te atreves a realizarlo?
Si queréis poner en práctica todos estos ejercicios y comentarme
los resultados, estaré encantada de escucharos, podéis escribir un comentario
debajo de este artículo o enviarme un mail a:
Prometo contestaros a todos!!
Con amor,
Sofía
A veces vivimos tan deprisa que se nos olvida, sobre todo con las personas más cercanas.
ResponderEliminarHay que ser más conscientes y tus recomendaciones nos lo recuerdan.
Gracia Bidasoe! Por pasarte por aquí y dejar tus comentarios tan interesantes. Si te apetece probar los ejercicios ya me contarás tu experiencia! Saludos afectuosos
Eliminar